La retribución de los empleados es un factor determinante para atraer y mantener el talento de una empresa, pero es relativamente habitual que en ocasiones se produzcan malentendidos entre la retribución bruta y neta de un trabajador.
Durante un proceso de selección, hablar del sueldo hasta que el puesto de trabajo está conseguido es un tema delicado, pero una vez que el candidato tiene claro que es el trabajador que busca la empresa, la pregunta es inevitable, o es ya la propia empresa la que directamente le traslada las condiciones al candidato. Pero no es lo mismo un salario bruto que uno neto, por lo que es conveniente tener claros ambos conceptos.
Para el cálculo del salario bruto se suman todas las percepciones salariales y no salariales.
Las percepciones salariales, cotizan a la seguridad social y serían las siguientes:
- Salario base.
- Plus de transporte y otros pluses.
- Remuneraciones voluntarias.
- Horas extraordinarias y complementarias.
- Salario en especie.
- Prorratas de pagas extras.
- Comisiones, etc.
Las percepciones no salariales no cotizan a la seguridad social y serían del tipo:
Indemnizaciones o suplidos.
- Prestaciones e indemnizaciones de la Seguridad Social.
- Indemnizaciones por traslados, suspensiones o despidos.
- Otras percepciones no salariales.
Normalmente figura en la nómina especificada la cantidad total, como total devengado.
El salario neto por su parte será el salario bruto menos la suma de las deducciones que figuran en la nómina, que suelen ser:
- La parte a cuenta del trabajador de cotización a la seguridad social.
- La cotización al desempleo.
- La cotización para la formación profesional.
- La retención a cuenta del IRPF, que dependerá de los datos que ha facilitado el trabajador en el modelo 145.
Teniendo en cuenta que todos los conceptos que integran el salario bruto, forman parte de la retribución, lo más correcto es pactar salarios brutos, ya que el salario neto puede variar en función de lo que declare el trabajador en el modelo 145, siendo una de las opciones que puede elegir el trabajador, la de no manifestar su situación familiar.
¿Cuáles son las partes de las que se compone una nómina?
La nómina que recibe el trabajador funciona como un recibo que la empresa le entrega como justificante del trabajo realizado, siendo las partes que la componen las siguientes:
- Encabezamiento, donde aparecen todos los datos de la empresa: nombre, domicilio social, CIF y número de la Seguridad Social de la empresa (código cuenta de cotización). Y también todos los datos del trabajador: nombre, dirección, NIF, número de la Seguridad Social, grupo profesional y grupo de cotización.
- El periodo de liquidación de la nómina y el total de días.
- El devengo, que se compone de las percepciones salariales y no salariales que hemos visto anteriormente.
- Las deducciones que se aplican a la nómina.
- La parte destinada a la firma y sello de la empresa y al recibí del trabajador.
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