Las grandes cadenas de supermercados denunciaron hace unos días que España es uno de los países europeos con mayores trabas en materia de horarios, licencias y fiscalidad, por lo que la Asociación de Cadenas Españolas de Supermercados (ACES) pidió mayor libertad. Estas exigencias contrastan completamente con lo que ocurre en algunas empresas, como Carrefour, y en algunas comunidades, como Madrid; y reabre de nuevo el debate: ¿está justificado abrir un domingo o es rentable hacerlo un martes a las 2:00 horas de la madrugada?
En julio de 2012, la Comunidad de Madrid, de la mano de Esperanza Aguirre, aprobó la Ley de Dinamización de la Actividad Comercial que permite a cualquier establecimiento abrir 24 horas los 365 días del año. Desde entonces es la única región que permite trabajar con total libertad en domingos, festivos y hasta de madrugada. Aunque no todos están de acuerdo. Curiosamente, la nueva ministra de Industria, Comercio, Industria y Turismo, Reyes Maroto, procede de la Asamblea de Madrid, donde tanto su grupo, el PSOE, como Ciudadanos y Podemos se han mostrado contrarios a esta ley.
A pesar de ello, las grandes cadenas se aprovechan al máximo de esta ley. Una de ellas es Carrefour. Salvo raras excepciones y festivos nacionales, las tiendas de Carrefour Express y Market de Madrid abren todos los días de la semana de 9:00 horas a 22:00 o 23:00 horas. En el caso de los hipermercados, y según el calendario de junio colgado en la web de Carrefour, también abrirán todos los días de mes.
Pero el abuso en los horarios va incluso más allá en el caso de la cadena gala con una de sus últimas aperturas: el hipermercado 24 horas de Vallecas. Este abrió sus puertas en diciembre de 2017 y, basta con acercarse para ver cómo sus 7.000 metros cuadrados a las 05:00 horas de la madrugada no están precisamente llenos de clientes.
El de Carrefour no es el único caso. Los más de 3.000 supermercados agrupados en ACES que tienen los grupos Alcampo, El Corte Inglés, Eroski y Lidl en España también están dentro de este saco. Por ejemplo, la tienda de Lidl en la céntrica Plaza de Tirso de Molina en Madrid está abierta entre semana hasta las 23:00 horas. También es cierto que algunos abren solo los domingos por la mañana (como DIA), pero por norma general, este día ha dejado de ser el del descanso por excelencia.
¿ES RENTABLE?
Esta práctica contrasta con lo que hacen otras grandes cadenas, como Mercadona, que se niega a abrir en domingos, salvo en circunstancias en las que haya dos días festivos seguidos. A Juan Roig no le sale rentable. Para abrir un domingo, por ejemplo, la cadena valenciana tendría que subir los precios entre semana.
Los gastos de mantener un establecimiento abierto en estas condiciones son muy altos para una compañía. Entre otras cosas, tendrá que hacer frente a más nómina de nuevos trabajadores y gastos de iluminación y logística que, raras veces, serán cubiertos por la escasa afluencia de clientes un domingo.
De hecho, fuentes del sector afirman que el aumento de las ventas de productos de alimentación no está relacionado con el horario de apertura de un establecimiento. Es decir, no se vende más por abrir más horas. Por ello, hace años los únicos establecimientos abiertos a horas no comerciales eran los Opencor. Para rentabilizar este negocio nocturno, los precios de los alimentos eran un 20% superiores, según fuentes del sector.
“El sector alimentario es distinto de otros sectores y por carácter intensivo y el hecho de que la demanda no es elástica requiere de un equilibrio entre las necesidades de los trabajadores, la empresa y los consumidores”, explica Ignacio García Magarzo, director general de la Asociación Española de Distribuidores, Autoservicios y Supermercados (Asedas). Por ello, la recomendación de la asociación es clara: horarios de lunes a sábado más amplios y un calendario justificado en domingos y festivos “en defensa de los consumidores”.
En cuanto a la conciliación laboral, esta liberalización no ayuda mucho. Trabajar en tres turnos con horarios diversos en festivos y domingos es complicado para que los empleados puedan disfrutar de su vida personal.
De cara al consumidor, los amplios horarios permiten adquirir productos de alimentación en una franja horaria diaria de 14 horas. “No veo necesario que los establecimientos estén abiertos los domingos, ya que abren como mínimo 12 horas de lunes a sábado”, asegura Rocío García, una consumidora habitual que solo compraría en este tipo de días en “caso de máxima necesidad”.
Por último, la libertad horaria comercial que han aprovechado las grandes superficies ha sido la causante del cierre de muchos pequeños comercios.
¿A QUIÉN BENEFICIA?
Si desde el punto de vista del empleado es un abuso y la rentabilidad no está asegurada, la pregunta del millón es: ¿quién sale ganando?
En términos de empleo, se podría decir que beneficia en la creación de puestos de trabajo. La Comunidad de Madrid esperaba llegar a la cifra de 20.000, pero de momento se ha quedado en algo más de 15.000, según Economía Aplicada y Territorial de Analistas Financieros Internacional (AFI).
Estos horarios están justificados solo en determinadas épocas del año como lacampaña navideña o por cuestiones de ubicación. Tiene sentido en una zona turística en la que el principal público sea el turista y no el consumidor diario.
Por último, fuentes del sector defienden la liberalización de horarios en grandes superficies porque “su formato está ligado a la compra de ocio”, es decir, parece lógico que el hipermercado de un centro comercial esté abierto un domingo si este también lo está. Además, su surtido no es solo de alimentación, sino que incluye electrónica y artículos textiles, entre otros.
En definitiva, la rentabilidad de abrir un domingo a tiempo completo o un miércoles a las 03:00 de la madrugada es cuestionable.
Vía merca2.es
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