martes, 5 de septiembre de 2017

Torpezas en Facebook que te cuestan un despido procedente.

¿Quién no ha puesto verde a su jefe tomando unas cervezas con sus amigos? ¿Quién no se ha ido a Facebook a comentar el último agravio que ha visto en su empresa, o a criticar a algún compañero, o a quejarse de que su director de proyecto no sabe lo que está haciendo? Es un buen canal para dejar salir nuestra frustración y para que nuestros amigos se enteren de lo que nos pasa, ¿no?
También es una costumbre que puede costarnos nuestro puesto de trabajo y, a veces, ese despido puede ser ratificado como procedente. De hecho, en los últimos años se ha vuelto más común que un juez tenga que decidir sobre un tema laboral relacionado con el comportamiento de un empleado en Facebook.
El abogado Fabián Valero, del despacho especializado en derecho laboral Zeres Abogados, detalló en un hilo en Twitter algunos de esos casos donde un tribunal había determinado que un despido motivado por un comentario en Facebook era procedente.
Vamos con el breve hilo prometido que se titula "Torpezas en  que te cuestan un despido procedente". Empezamos

En manos de los jueces


Hemos hablado por teléfono con Valero para que nos amplíe un poco más la información que contaba en el hilo, y nos explica que "cada vez son más las sentencias donde se aprecia la existencia de conflictos laborales de carácter grave (sanciones y despidos) como consecuencia de comentarios, bromas, fotos o vídeos colgados en las redes sociales (Facebook especialmente, aunque también hay alguna de Twitter)". Los empleados sienten una "falsa sensación de seguridad", en sus propias palabras, en sus perfiles de redes sociales y se olvidan de que, aunque no los tengan abiertos, alguno de sus seguidores puede compartir la foto o el comentario y que llegue hasta su jefe.
ValeroFabián Valero nos explica que cada vez son más comunes las sentencias sobre despidos por comentarios en Facebook.
"Muchas veces se usan las redes sociales como vía de desahogo o denuncia, sin tener una plena comprensión de las consecuencias que puede acarrear el tono y contenido empleado", continúa Valero: "Una vez que cuelgas algo en la red o en un grupo pierdes el control sobre ese contenido. Cualquier persona puede compartirlo y o enseñárselo a terceros".
En su hilo de Twitter, el abogado comparte por ejemplo el caso de alguien que, estando de baja, se va de cacería.

O el de un trabajador que acusa a la empresa de hacer causado el accidente de un compañero. El juez consideró que el despido era procedente porque el empleado no aportaba ninguna prueba de esa acusación.

Lo que Fabián Valero explica es que, en todos estos casos, entran en conflicto el derecho al honor y la propia imagen con la libertad de expresión.
El derecho a la libertad de expresión no es absoluto y no ampara las injurias (insultos) ni las calumnias (falta de imputación de hechos)
Da igual que insultos y calumnias se dirijan a directivos o a compañeros. Todos tienen derecho honor, intimidad, propia imagen y dignidad

Valero indica que, en muchas ocasiones, la decisión queda a la interpretación del juez de si el comentario en Facebook constituye motivo suficiente para el despido, pero también afirma que hay una circunstancia en la que siempre se falla en contra del empleado: "en comentarios que puedan entenderse como conducta de acoso sexual, el despido es directo".

Aprende a comportarte en Facebook

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Estos despidos están empezando a ser lo bastante frecuentes como para que pueda plantearse la pregunta de cómo evitarlos, cómo debemos comportarnos en Facebook para no encontrarnos en esta situación. Le preguntamos a Fabián Valero si las empresas deberían dar a sus trabajadores algún tipo de formación en este aspecto, a lo que él responde que "deberían darse información y protocolos de actuación, pero entiendo que esos protocolos son difíciles de diseñar".
La prueba es válida si comentarios se publican en propia cuenta abierta, en conversaciones abiertas o un tercero lo cuelga y difunde
La solución es muy sencilla. Si no quieres que tu empresa te despida no tengas Facebook o, al menos, no insultes ni calumnies. Todo se sabe

El abogado apunta, de todos modos, que las compañías van a tener que pensar en implementar esos protocolos porque la nueva generación de empleados es la que más utiliza Facebook: "las empresas van a contratar a más nativos digitales, a gente que vive su vida en las redes sociales", y los conflictos por su comportamiento en ellas pueden hacerse todavía más frecuentes.

Vía Magnet

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